(Sobre una foto de Steve Kahn)
El templo del flamenco moronero, su máximo «predicador» y el cuerpo del cristo de mediodía en forma de tapa de caracoles. El escudo del Betis es el crucifijo de ese santo lugar.
Meses arriba, meses abajo, París sería centro de una revuelta, en Estados Unidos hubo protestas contra la Guerra de Vietnam, murieron asesinados Martin Luther King y Robert Kennedy, tuvo lugar el Festival de Woodstock, la Primavera de Praga, la matanza de la plaza de Tlatelolco en Mexico.
En esa época, año 67, 68, Morón eran centro de otro mundo. Un mundo que giraba alrededor de un genio llamado Diego del Gastor, de lugares como Casa Pepe o la Finca Espartero. Donn Pohren fue capaz de convertir un pueblo del medio rural andaluz en pleno franquismo en un adelanto del turismo rural y cultural. En una meca para muchas personas de todo el orbe.
Hay muchos centros del mundo, casi tantos como personas.